Esperaron una década para disfrutar una celebración así, con su público. Mientras los Sounders daban la vuelta a la cancha con el trofeo, todos los espectadores estallaron en júbilo, salvo unos cuantos, vestidos de rojo, quienes se dirigieron a la salida.
Diez años después de que ayudó a revolucionar la MLS, Seattle pudo coronarse al fin en casa.
Por segunda vez en cuatro años, los Sounders obtuvieron el cetro de la MLS, al imponerse el domingo 3-1 sobre Toronto FC en la final.
“Los jugadores y los fanáticos se merecen esto”, dijo el técnico Brian Schmeltzer.
Kelvin Leerdam anotó por primera vez en un encuentro de postemporada, mediante un tiro que se desvió en un rival y se fue a las redes a los 57 minutos. El español Víctor Rodríguez hizo el segundo tanto a los 76 y el peruano Raúl Ruidíaz cerró la cuenta a los 90.
Frente a la segunda mayor cantidad de público que se haya reunido para una final de la MLS, los Sounders debieron capotear la tensión en los primeros 45 minutos, antes de aprovechar sus oportunidades en el complemento.
“Los jugadores perseveraron porque, de nuevo, tuvimos que hacer algunos ajustes después del primer tiempo”, explicó Schmeltzer. “Pero nunca se rindieron, y los fanáticos nunca dejaron de creer. Estoy muy contento y orgulloso por la ciudad y por los seguidores”.
En marzo, Leerdam había marcado el primer tanto de Seattle en esta temporada. Encarriló el triunfo en la final cuando envío lo que parecía un centro.
El balón rozó la espinilla de Justin Morrow y se fue lejos del alcance del arquero Quentin Westberg. Y esa anotación fue el chispazo que necesitaba Seattle para resolver el duelo.
La diana de Rodríguez se gestó en una jugada en que Gustav Svensson envió un pase al uruguayo Nicolás Lodeiro, quien habilitó perfectamente al ibérico cerca del balcón del área.
Rodríguez dio un par de toques para abrirse un espacio, y disparó a segundo poste, sin que Westberg alcanzara a desviar.
Ruidíaz animó aún más la celebración de los 69.274 espectadores. Se adelantó a Chris Mavinga en un intento de despeje y aportó su cuarto gol de los playoffs.
“Tuve lágrimas en los ojos, no tanto por ganar el trofeo, sino por conseguirlo en casa, con nuestros aficionados, y por tener este optimismo y estos momentos alegres que uno puede compartir con todos”, expresó el portero de Seattle, Stefan Frei.
Jozy Altidore, quien no había jugado en más de un mes e ingresó como sustituto a la mitad del complemento, hizo más honrosa la derrota, con su tanto en el tercer minuto de descuento.
Seattle se convirtió en la sexta franquicia en la historia de la liga en obtener más de un cetro. Entre los conjuntos que totalizan dos campeonatos figuran también Houston, Sporting Kansas City y San José.
El Galaxy de Los Ángeles tiene cinco trofeos y el D.C. United acumula cuatro.
Fue la tercera vez en cuatro años que Seattle y Toronto disputaron la final. Habían dividido honores en las dos ediciones anteriores.