Una Copa Oro más llega para México y una nueva obligación también. Aunque en ocasiones jugadores, cuerpo técnico o directiva quieran quitarse presión al decir que no, lo cierto es que para el Tri participar en el torneo más importante de la Concacaf debe significar ganarlo… aunque cada vez sea menos atractivo.
Para nadie es un secreto que la Selección Mexicana saltará a las canchas de Estados Unidos como uno de los principales candidatos a alzar el trofeo.
El líder de todos los tiempos en títulos de la Copa de Oro con siete es México el cual está ligeramente favorecido para ampliar esa ventaja este 2019. Entran en el torneo con una probabilidad de +125 favoritos, por encima de los EE. UU. (+150), que ocupa el segundo lugar con seis victorias en la Copa de Oro . Es algo curioso que El Tri sea el favorito de las apuestas teniendo en cuenta que los Estados Unidos no solo ganaron el torneo en el 2017, sino que también ganaron su último partido con México(1-0 en la clasificación de la Copa del Mundo), y jugarán toda la fase eliminatoria en casa, según nos comentó Sasch Paruk de SBD.
Sin embargo, más allá de la importancia de los números y las altas probabilidades que tiene el combinado azteca, una de las grandes preguntas que tiene el aficionado es: ¿para qué sirve este torneo? Y la respuesta puede ser más importante de lo que muchos hubieran imaginado.
En términos deportivos, gran parte del interés que generaba la Copa Oroaños atrás radicaba en otorgar un boleto a la Copa Confederaciones previa al Mundial. El disputarse cada dos años permitía que un equipo se llevara medio pase en una edición y otro en la siguiente, para después medirse en un tercer encuentro, eso si el combinado ganador no repetía en ambas ediciones.
Por desgracia, la competitividad por el mencionado beneficio desaparecióde un plumazo con la extinción de la Confederaciones, provocando que varios expertos, fanáticos y quizá los propios futbolistas (solo hay que ver cuántos se negaron a participar en 2019) hayan dejado atrás el interés, pero aunque no parezca, la Copa Oro sigue teniendo ganancias deportivas para los jugadores.
Para los futbolistas mexicanos, la Copa Oro 2019 abre oficialmente la puerta de bienvenida para el ciclo de Gerardo Martino. Sí, aunque se piense que el torneo no es relevante, seguro el Tata lo ocupará para saber con qué jugadores cuenta en un futuro y a partir de ahí generar una base de la Selección Mexicana.
La importancia del certamen va más allá de la situación interna del Tri y tiene impacto en el tema internacional. Sí, ya se estableció que ganar la copa no permitirá ir a la Confederaciones, ¿pero qué pasa con el Mundial?
No hay que olvidar que este torneo es de carácter relevante para la FIFA al ser el más importante de la Concacaf, así como la Copa América es para la Conmebol. Esto quiere decir que conforme avancen, las selecciones ganarán puntos que irán directamente al ranking de la FIFA y -pensando en un posible campeonato del Tri- estos les permitirán acercarse a ser parte de las cabezas de serie en el sorteo mundialista, lo cual se traduce en poder enfrentar a combinados de menos poderío.
Por supuesto, lo económico también está presente, aunque en realidad es lo menos relevante para México, pues lo que otorga la Copa Oro no es demasiado de acuerdo a los estándares que tiene la FMF.
El ganador de la Copa Oro 2019 se llevará al bolsillo un millón de dólares, al segundo lugar le corresponderán 500 mil, el tercer puesto recibirá 200 mil billetes verdes y el cuarto puesto ganará 150 mil. En realidad, esos incentivos son más relevantes para selecciones con menor poder adquisitivo que para México, pero no se pueden sacar de la ecuación.
Es cierto, históricamente la Copa Oro no ha sido muy atractiva para los mexicanos, pero eso no quiere decir que no tiene relevancia deportiva como quizá muchos creyeron, la hay. Es el torneo más importante que jugará el Tri y se le debe ver así, por más trabajo que cueste.