Necaxa se proclamó campeón de la Supercopa MX 2017-2018, luego de vencer 1-0 a Monterrey, en partido realizado en Carson, Californiana.
El juvenil Francisco Sebastián Córdova, al minuto 25, anotó el solitario, pero valioso gol necaxista, que le dio la victoria a Rayos, en este inicio de su nuevo proyecto.
Rayos sumó su primer campeonato de esta índole, el cual disputó gracias a que se consagró en la Copa MX del Clausura 2018. El joven estratega Marcelo Michel Leaño también estrenó su palmarés.
Partido especial para los porteros Hugo González y Marcelo Barovero se vivió este día en el StubHub Center, pues defendían el arco frente a sus respectivos ex equipos.
Sin embargo, ninguno de los dos arqueros lució del todo, pues las llegadas de peligro fueron a cuenta gotas, con un Necaxa bien ordenado y un Rayados al que le costó, por momentos, tener claridad al ataque.
La diferencia de planteles no se notó tanto en el campo, se vio a un Monterrey más faltó de juego de conjunto, las ideas del técnico uruguayo Diego Alonso todavía no fueron llevadas a cabo en el campo. Debutó uno de los refuerzos de lujo, Rodolfo Pizarro, no así Jesús Gallardo, quien se quedó en la banca.
Del lado necaxista, el novel estratega Marcelo Michel Leaño paró a un equipo capaz de retener los embates de rival y con autoridad a la hora de ir a la ofensiva, como si ya tuviera tiempo al frente del cuadro de Aguascalientes.
En ese buen acomodo en mediocampo y defensa, Fernando Rubén González mandó pase preciso al espacio para dejar solo a Francisco Córdova, quien no perdonó en el mano a mano contra Barovero, para poner el 1-0.
Desde esa anotación necaxista la pelota fue acaparada por los regiomontanos, que se acercaron al arco de Hugo González, pero las ideas estuvieron nubladas, el colombiano Avilés Hurtado estuvo insistente, aunque sin lograr el premio.
Monterrey una vez más sufrió en la disputa por un título contra un rival que en el papel parecía víctima; ahora, el uruguayo Diego Alonso deberá trabajar a marchas forzadas.
Leaño, por su lado, ganó su primer título en su primer partido oficial y en su primera aventura con un equipo de la máxima categoría del futbol mexicano, una situación histórica para el entrenador de apenas 31 años de edad.