Brasil salió con ímpetu a buscar rápido el gol que le dé el triunfo, pero tras unos cinco minutos iniciales muy buenos, luego mermó su nivel de intensidad.
A los 9 minutos, Marcelo sintió una molestia en la espalda y tuvo que abandonar el terreno de juego. En su lugar ingresó Filipe Luis.
A los 24 minutos, llegó la primera clara. Neymar se asoció con Gabriel Jesús en el sector izquierdo del área y definió de zurda, pero una genial tapada de Vladimir Stojkovic le ahogó el grito de gol.
Apenas cinco minutos después, nuevamente apareció el 10, en esta ocasión para asistir a Gabirel Jesús que picó al vacío y escapó mano a mano. Sin embargo, el hombre del Manchester City demoró en la definición y tras sacarse al primer rival de encima se encontró con una segunda marca que lanzó la pelota al tiro de esquina.
El gol finalmente llegó. Philippe Coutinho filtró un pase sensacional para Paulinho, su compañero del Barcelona, que picó al hueco en el medio de la defensa serbia y definió por encima del arquero para el 1-0.
En el complemento cambió todo. Serbia salió en búsqueda del triunfo, único resultado que lo clasificaba. En los primeros 20 minutos generó al menos tres situaciones claras de gol. Pero entre Adem Ljajic y Aleksandar Mitrovic se encargaron de desperdiciarlas todas.
En el peor momento de Brasil, cuando Tité había mandado a la cancha a Fernandinho para encontrar juego, Thiago Silva saltó más que nadie en el área y con un potente testazo estableció el 2-0.
Ese tanto sentenció el encuentro. El Scratch dominó y comenzó a disfrutar del partido e hizo correr el reloj. Los europeos se cayeron a pedazos anímicamente.
Con este resultado, Brasil quedó como líder del Grupo E y jugará el lunes en octavos de final ante México.
