El espectador neutral disfrutó de un partido de vuelta de semifinales de la UEFA Champions League vertiginoso, el aficionado del Real Madrid terminó gritando de alegría después de una noche llena de nervios y el aficionado del Bayern de Múnich pensó que estaría en Kiev pero terminó triste.
El Real Madrid, tras un 2-2 que pudo tener una docena de goles, disputará la final #UCL de Kiev en busca de su 13ª corona continental, y la tercera de forma consectuiva. Joshua Kimmich se encargó de asustar al Santiago Bernabéu cuando a los cuatro minutos puso el 0-1 en un inicio bávaro en el que se veía que Thiago Alcántara se movía cómodo y con calidad.
Siete después, Marcelo encontró a Karim Benzema, que en el segundo palo cabeceó para poner el empate. Los blancos sufrían en la salida de balón (con Luka Modrić teniendo que multiplicarse para recibir muy abajo), pero también cuando David Alaba y Franck Ribéry se mostraban punzantes para atacar el costado de Lucas Vázquez.
James Rodríguez mandó fuera una pelota franca en el área pequeña (33′), mientras que Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos pudieron poner la réplica (39′) antes del final de unos primeros 45 minutos eléctricos.
La segunda mitad empezó todavía con más sobresaltos. A los 21 segundos, Benzema empujó un balón que Corentin Tolisso y Sven Ulreich no supieron domar. ¿Alguien pensaba que estaba todo dicho? Obviamente, no.
James Rodríguez empató en el minuto 63 y Keylor Navas surgió con varias paradas que llevaban el billete del Bayern para la final de Kiev. Fue una sucesión de ejercicios de sufrimiento que dan con el Real Madrid en una nueva final, posiblemente una de las más sufridas para el dominador del fútbol continental.