El Liverpool no desperdició la enorme ventaja lograda en el partido de ida en Portugal y se cuela en los cuartos de final de la UEFA Champions League tras un 0-0 en Anfield ante el Oporto.
El choque de vuelta, altamente condicionado por el 0-5 de la ida, arrancó con poco ritmo. El Oporto, bien plantado, no logró quitarle la posesión al Liverpool en los primeros compases, pero el club inglés tampoco fue efectivo en su fase ofensiva para conseguir ocasiones de gol.
Hasta los 20 minutos no se vio una llegada clara, y en ella Sadio Mané no estuvo del todo acertado al intentar rematar un buen centro desde banda derecha. A partir de ahí el Liverpool creció, y Mané volvió a aparecer para mandar un remate seco al poste a la media hora de partido. El africano estaba siendo el más destacado y su insistencia empezaba a merecer premio, aunque este no llegaría en la primera parte.
El segundo acto presentó a un Oporto más activo y con la presión más adelantada. Óliver Torres aportaba luz al ataque del equipo del norte de Portugal, pero con poca ayuda de sus compañeros. Con el paso de los minutos, Klopp decidió dar algo de aire a su equipo con la entrada de Danny Ings en el puesto de Roberto Firmino.
Pero el partido, como la eliminatoria, estaba resuelto de antemano. Ni el Liverpool quería forzar la máquina más de la cuenta, ni el Oporto se veía con opciones de sacar nada positivo de Anfield. Mohamed Salah entró en el partido por Mané a falta de un cuarto de hora para intentar dejar algún destello de su clase, pero el marcador no varió y el choque finalizó sin goles.
