Una Francia «B», plagada de jugadores llamados a formar la reserva del equipo en el Mundial que comienza en tres semanas, derrotó este lunes con facilidad a Irlanda (2-0), divirtiéndose bajo la torrencial lluvia que cayó sobre Saint Denis con goles de Olivier Giroud y Nabil Fakir.
Los «bleus» de Didier Deschamps se llevaron de este primer test antes del Mundial un buen sabor de boca aunque pocas conclusiones, porque ni el rival estuvo a la altura ni el equipo que alineó el seleccionador francés se parece al que, a priori, defenderá sus colores en Rusia.
Sirvió para borrar la mala sensación que dejó el último duelo en ese escenario, la derrota contra Colombia que hizo saltar las alarmas en la «maison bleu».
El técnico apostó por dar descanso a su estrella, el atacante Antoine Griezmann, y Francia no le echó de menos. El tridente formado por Kylian Mbappé, Olivier Giroud y Nabil Fakir se bastó para aniquilar a una Irlandaque también comparecía con muchas caras nuevas.
El «7» francés salió a la hora de juego y la ovación de la grada demostró que ya tiene ganado el corazón de su hinchada.
La falta de insistencia irlandesa provocó que tampoco fuera concluyente el ensayo en la defensa, en la que el barcelonista Samuel Umtiti formó pareja con el marsellés Adil Rami, a la espera del que, presumiblemente, será su compañero, el madridista Raphael Varane, que no se ha incorporado aún a la concentración tras haber levantado el pasado sábado la Liga de Campeones con su club.
Francia había optado por jugar contra Irlanda porque su fútbol se asemeja al que encontrarán en su debut frente a Australia en el Mundial. Además, el equipo que entrena Martin O’Neill quedó apeado de la cita rusa en la repesca contra Dinamarca, el otro rival, junto a Perú, del combinado galo.
Es poco creíble que la distancia que se vio entre ambas selecciones pueda repetirse durante la competición. Francia dominó de principio a fin, impulsada por un genial Mbappé que, paradójicamente, fue el único del tridente inicial que se marchó sin gol.
Pero fue el primero en intentarlo, a los 3 minutos, tras un centro de Djibril Sidibé que el delantero del París Saint-Germain decidió rematar sin controlar y que se marchó por poco desviado.
Fue el preludio de una actuación magistral que el Estadio de Francia supo apreciar con murmullos cada vez que el balón llegaba a sus botas y con su nombre coreado en el tramo final. Rebosa clase el «10» francés, a quien tampoco le falta hambre.
Solo Sidibé llevó tanto peligro como él, en el minuto 38 cuando estrelló el balón en el palo de Collin Doyle.
A Mbappé le faltó la puntería que sí tuvo Giroud en el minuto 40, autor de su tanto 41 con la «bleu», los mismos que marcó Zinedine Zidane con esa elástica, ambos ahora empatados como cuartos mejores anotadores de Francia.
Fue el tanto típico del delantero del Chelsea. Primero remató de cabeza un córner sacado por Fekir, luego el rechace del portero y, por las dudas, el de un defensor.
Tres minutos más tarde, Fekir se benefició de una mala intervención del meta irlandés, que no acertó a desviar un disparo desde el pico del área del lionés.
El segundo tiempo tuvo menos intensidad y menos ocasiones, en contraste con la lluvia, que fue más persistente. Los cambios no inyectaron brío ni a Francia ni a Irlanda y sólo la evidente ambición de Mbappé, que no quería marcharse si marcar, dieron algo de brío al duelo.